Primer añito con GTD

Parece que fue ayer, pero… ¡qué diferencia con ayer!

Durante este año, como en otros, han pasado muchas cosas. Pero no han pasado de la misma manera. Este año tengo la sensación de que he ido más al timón que en piloto automático o a la deriva.

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Ah, esto debe ser lo que se usa para mover el timón con propósito

Quizás no hubo una sola causa, pero tengo bastante claro que una de ellas ha sido subirme al carro de GTD. La otra, tal vez, ha sido adoptar técnicas que he leído. El caso es que tengo mucho más trabajo que hace un año. Más llamadas, más correos, más reuniones… Y, sin embargo, lo llevo bastante bien.

Comparto en este post algunos aspectos en los que me ha ayudado GTD:

  • Me he deshecho de cosas como «tengo que acordarme que…», «que no se me olvide hacer tal…». Te llegas a acostumbrar a sufrir con esas cosas porque piensas que le pasa a todo el mundo y es algo inevitable. Pues no: cuando te habitúas a capturar y tu cerebro se cree que luego decidirás sobre eso, fin al estrés.
  • Voy aprendiendo a decir «no» más a menudo. Y la mayor parte de las veces no pasa absolutamente nada. En el peor de los casos, renegocias. Cuando revisé mis listas y comprobé que entraba mucho más de lo que salía me dije «cierra un poco la puerta» porque esto no es sostenible.
  • Me encuentro tranquilo con las cosas que delego, porque las tengo a buen recaudo y vuelvo sobre ellas a menudo.
  • Cuando revisé mis valores, los puse al lado de mis listas de tareas. ¿Estaban en sintonía? Pues al principio no. No puedo decir que lo tenga todo fetén, pero GTD es una cámara de fotos muy buena de cómo gestionas tus compromisos. Y si los gestionas mediante unas rutinas que no siguen tus valores, entonces no te sentirás bien.
  • Me voy deshaciendo de ese lenguaje nebuloso que te empuja al estancamiento. Cosas como «ver el tema de xxx», «regalos navidad», «reunión». Acciones concretas, resultados loncheados.

Con la excusa del aniversario, releo el libro de J.M. Bolívar  sobre productividad personal y me doy cuenta de que he pasado algunas cosas por alto, y me propongo corregirlas. Dos de ellas:

  • Dejar de picotear el correo. Poco a poco fui volviendo a este mal hábito. He eliminado el widget del teléfono y el correo está escondido. Es genial cuando lo procesas todo de una tacada. Ha pasado un día, pero no ha pasado nada que hubieras mejorado por leer el correo cada media hora. Algunos problemas que parecían estallar a las 9:00 se arreglaron a las 15:00. ¡Magia!
  • Reservarme un rato al final de la jornada para procesar y revisar un poco más a fondo, visualizar mi día de mañana, elegir un par de acciones estrella, dejar mi puesto de trabajo despejado y hacer 5′ de mindfulness para llegar a casa despejado y sin temas laborales colgando. En esto último ha contribuido un podcast de Berto Pena.
  • Hacer la revisión semanal. Leo que hay bastante discordia con ese tema, tal vez porque no es un hábito diario. No obstante, es mi propósito para mantener el sistema a punto.

Me quedan cosas que mejorar, de esto no hay duda, pero siento que algunos buenos hábitos han llegado para quedarse y que no hay marcha atrás. Eso es bueno. Dicen que la felicidad no es un destino, sino un viaje, así que no estoy ansioso por llegar, sino que procuro disfrutar del aprendizaje.

Un saludo a todos y gracias a todos los que hacéis posible que aprendamos para crecer.

 

 

 

3 comentarios en “Primer añito con GTD

  1. Enhorabuena!

    Un camino envidiable el que has recorrido…y parece ser sólo el principio.

    Voy a darle un vistazo al libro que citas…me ha entrado curiosidad.

    Un abrazo!

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  2. Gracias Curro por el post y sobre todo compartir tus aprendizajes y experiencias. Sin duda los resultados llegan cuando se trabaja día a día, poniendo foco como dices en lo que aporta valor y lo dejando al margen lo que no. Eso marca una gran diferencia. La efectividad personal es como un árbol, como un ser vivo. Si lo riegas cada día sin excepción, si lo alimentas, a la larga da sus frutos. Para ello hace falta compromiso, constancia y autodisciplina. Animarte para que continúes regando, alimentando y recogiendo frutos y compartiéndolos con nosotros, porque lo mejor, sin duda, está por llegar.
    Un fuerte abrazo!

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  3. Aparte de ser un defensor de GTD, desde hace un tiempo, he estado pasando por un período prolongado de desempleo. Aunque me estanque en el mundo del trabajo, utilice el GTD para gestionar la búsqueda de empleo, entrevistas de trabajo, gestionando formularios de solicitud, etc., mientras esto me ha ayudado en mantenerme en movimiento siempre adelante.

    La productividad comienza en nosotros mismos.

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